Puedes sentir el amor esta noche?

Silencio. Toco una tecla, luego otra y así hasta que una melodía se forma bajo mis dedos presionando las pequeñas teclas blancas y negras del piano.
Empiezo a cantar, una canción que me sé demasiado. Can you feel the love tonight de Elton John. 
Mi voz, mas aguda que la de Elton John, se empieza a meter dentro de los corazones de las personas que han asistido al concierto. Todos elegantes, pero yo solo me fijo en una persona que sostiene un pequeño ramo de flores. Para cualquiera solo podría significar eso. Un simple ramo de flores que un joven da a su "enamorada", pero no. Las flores son mi pasión, a parte del piano. Entre ese ramo de flores, puedo distinguir la "Lunaria" es una flor preciosa de color blanco tirando a beige "Sinceridad".
A su lado se halla una "Margarita", "¿Me amas?". 
Sigo presionando las teclas, la canción aun continua.
Una pequeña ramita de "Mirto" hace que desvíe otra vez la mirada. "Verdadero amor".
Entre todas las flores destaca un "Crisantemo rojo" "Te quiero"
Y con un "Iris blanco" "Esperanza" Termina el pequeño, pero sorprendente ramo de flores y con el, la canción.
Todos aplauden, se levantan y aplauden más fuerte. Las lágrimas ya hace tiempo que han acudido a mi y bañan mis mejillas.
El lo ve, me mira, le miro. Hago una pequeña reverencia de agradecimiento por los incesantes aplausos y salgo del escenario.
Cuando por fin estoy mas apartada de los demás músicos que aun tienen que interpretar, lloro. Lloro de felicidad, de nostalgia... y de pronto unos brazos me rodean. Es inconfundible, su olor, su tacto, sus brazos rodeando mi cintura, es "EL". Me separo, pongo mis manos en su pecho, siento como el corazón le va a mil, como el mío. Me acerco despacio, muy despacio. Nuestros labios se rozan y antes de que vuelva a tocar el cielo otra vez con sus besos, me susurra el "TE QUIERO" mas sincero que ninguna vez escuché decir a alguien. Y ahora si que nuestros rostros quedan a escasos milímetros de poder ser uno. Por fin el beso llega, y mis lágrimas mojan también sus mejillas.
Ese "Te quiero" queda en mi mente y mi corazón late de nuevo, recuperándose, volviendo a ser el corazón que un día le entregué, que rompió y que me ha vuelto a embellecer.